Éste es un post de invitado escrito para diegodecastro.es por: The Fitness Marketer

Entrenamiento y nutrición: las 4 claves de la simbiosis perfecta

 

¿Te has encontrado alguna vez con un programa de entrenamiento hecho a la medida de un cliente pero con la sensación de que se quedaba cojo sin un plan nutricional detallado y completo?

 

¿Entiendes la importancia de la hiperespecialización y de que difícilmente llegarás a ser percibido como una autoridad en tu nicho de entrenamiento personal y al mismo tiempo como un experto nutricionista?

 

Ya lo sabes. Cualquier objetivo al que tu cliente aspire, y que por lo tanto tú también te propongas, necesitará de una buena planificación no sólo de entrenamiento, sino también nutricional.

 

Recuerda:

 

  • Dieta

 

  • Entrenamiento

 

  • Descanso

 

Son los 3 pilares que suelen citarse como fundamentales para aquella persona que persigue dar un salto en calidad de vida, en su salud y, llegado el caso, en su rendimiento como deportista.

 

En este sentido, la buena noticia es que la industria del fitness ha empezado a tratar a los clientes como una “persona completa”.

 

Las prescripciones recibidas por un coach serán tanto más efectivas cuanto más tengan en cuenta las debilidades de los clientes, cómo intentan luchar contra el estrés, cómo combaten sus problemas de insomnio, o cómo lidian con sus preocupaciones y problemas del día a día.

 

#1 ¿Qué SÍ puede hacer un entrenador personal en lo nutricional?

 

En primer lugar, dejemos claro que los entrenadores personales SÍ pueden hablar de nutrición con sus clientes. Hay quien pueda pensar que el solo hecho de pronunciar la palabra nutrición pone al entrenador al borde de la ley. Nada más lejos de la verdad.

 

Ahora bien, una cosa no quita la otra. Debes tener muy en cuenta que un entrenador, coach u otro profesional del fitness sin titulación en nutrición o dietética NO deberá:

 

  • Prescribir dietas o suplementos nutricionales para tratar enfermedades.

 

  • Prescribir dietas para tratar patologías.

 

  • Diagnosticar condiciones médicas.

 

La buena noticia es que tienes toda una larga lista sobre la que trabajar con tus clientes. SÍ puedes, y en muchos casos debes, hacer lo siguiente:

 

  • Alentar a tus clientes a comer proteína magra o verduras ricas en nutrientes.

 

  • Educar a tus clientes acerca de los beneficios de la proteína, de las grasas “saludables” y otros macronutrientes.

 

  • Enseñar a tus clientes recetas o trucos culinarios.

 

  • Dejar que tus clientes sepan más acerca de suplementos nutricionales que de forma científica han demostrado sus beneficios hacia la salud.

 

  • Ayudarles a escoger los mejores alimentos para el antes y el después de la sesión de entrenamiento.

 

  • Sugerirles que opten por el agua, especialmente en días en que hayan entrenado, para mantenerse hidratados.

 

Por tanto, un entrenador puede disponer “menús” a sus clientes sin problema alguno. No obstante, recuerda que para hablar y aconsejar de nutrición, debes saber de nutrición. No te aventures si no lo ves claro.

 

#2 Necesidad de apoyo nutricional en caso de prescripción y de tratamiento de enfermedades.

 

Ningún objetivo es alcanzable dejando coja la planificación global sin atender a los hábitos alimenticios.

 

Cualquier cliente debería recibir un plan nutricional que le informe de:

 

  • La ingesta de calorías.

 

  • La distribución de macronutrientes.

 

  • Los alimentos adecuados para cumplir las especificaciones nutricionales en función del tiempo disponible.

 

  • “Timing” de la ingesta de alimentos.

 

Todo esto en función de:

 

  • El poder adquisitivo del cliente.

 

  • Su historial clínico.

 

Y, además, es fundamental crear adherencia a los nuevos hábitos alimenticios.

 

Sin esto, no podrá haber beneficio alguno. Acciones aleatorias dan lugar a resultados aleatorios.

 

En este caso la colaboración con un nutricionista se hace totalmente necesaria.

 

Todo se puede complicar más todavía si nuestro cliente tiene algún tipo de enfermedad, trastorno, o algún tipo de estado especial, como por ejemplo hipotiroidismo, hipertiroidismo, síndrome de Asperger o un embarazo.

 

De nuevo, en estos casos, el papel del profesional de la nutrición es primordial.

 

Recuerda que la obesidad es una enfermedad, por lo que prescribir planificaciones nutricionales o dietas a obesos está fuera del alcance del entrenador personal.

 

Esto te muestra como alguien honesto, que quiere lo mejor para su cliente y que está dispuesto a dar el mejor servicio posible.

Entrenamiento

#3 La importancia de la colaboración con profesionales expertos

 

Fisiológicamente, el ejercicio y la nutrición van de la mano.

 

En el día a día de los entrenamientos también ha de ser así. Si bien un entrenador debe tener una base de conocimientos y experiencia en relación a la prescripción de hábitos alimenticios y dietas, no es un experto en ello. Lógicamente hablamos de entrenadores no titulados en nutrición ni en dietética.

 

Recuerda la importancia de delegar. Colaborando con un especialista, podrás “externalizar” un complemento estratégico de tu propuesta de valor, como es una buena planificación y un seguimiento nutricional de tu cliente.

 

Pongamos un ejemplo:

 

Imaginemos que como entrenador, una de tus áreas de especialización son las poblaciones de edad avanzada. Los aspectos nutricionales estarán presentes y forman parte de la planificación global del cliente.

 

Y, aunque no es imposible, especializarse en un ámbito de la nutrición, al mismo tiempo que lo haces en un ámbito del entrenamiento, es complicado y demanda mucho tiempo, miles de horas de estudio y experiencia. De hecho, estarás haciendo trabajo doble, el tuyo y el del nutricionista.

 

El conocimiento no ocupa lugar, pero sí tiempo, y de éste no tenemos una cantidad infinita.

 

Por tanto, ¿cómo puedes colaborar con un profesional de la nutrición?

 

Tú buscas la especialización en el entrenamiento. Así que busca también un nutricionista especializado acorde a tu campo de actuación.

 

#4 Añade valor a tu propuesta y a tu marca como entrenador

 

Si en tus programas de entrenamiento ofreces la posibilidad de contratar un plan nutricional y señalas la importancia de hacerlo, estarás añadiendo mucho valor a tu propuesta. No lo dudes.

 

Ese valor extra se traducirá progresivamente en una percepción de mayor calidad del servicio ya que será más completo, y tus clientes estarán dispuestos a pagar por ello.  Por supuesto, no dejes de valorar adecuadamente el precio de este servicio.

 

Gánate la confianza, paso a paso, de tu compañero nutricionista.

 

Por ejemplo, proponle una colaboración inicial, empezando por un programa ad hoc dirigido a la reactivación muscular de personas de más de 60 años y complementa tu programa de entrenamiento con su mejor propuesta de plan nutricional. Cuenta con el coste que supondrá esta colaboración, añádele un margen en función del valor percibido, y ahí tendrás tu precio de salida.

 

La unión entre entrenador personal y coach nutricional es el primer paso. Sólo faltará tu médico y tu fitness coach de referencia para alcanzar la simbiosis del equipo perfecto.

 

Pero esa es otra historia 😉

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