Con muchísimo gusto te presento este post de invitado de Verdisa, quien con mucho arte nos lo explica todo sobre el Mindful Eating y el por qué te interesa mucho aplicarlo en tu vida.  

 

¿Te suenan estas situaciones? Tomas el desayuno de camino al trabajo. Comes el almuerzo en tu escritorio. Crees que comiste algo para cenar antes de ir al gimnasio, pero no estás seguro de qué o cómo lo hiciste.

 

Tomas el primer bocado. ¡Muy rico! Tomas el segundo bocado. Todavía delicioso, tal vez un poco menos delicioso que el primer bocado, pero qué más da. Miras al ordenador y algo llama tu atención. Un escándalo en Hollywood, un error político o un video de gatitos divertido. Continúas comiendo.

 

Todos estos son ejemplos de comer sin sentido. Sin atención plena. Lamentablemente, es una parte ya normal de muchas de nuestras vidas gracias a distracciones como nuestros teléfonos, una gran cantidad de opciones de alimentos poco saludables y el impulso que sentimos para realizar múltiples tareas. Demasiadas cosas para centrarnos en lo verdaderamente importante.

 

Comida que se esfuma

 

De repente miras hacia abajo. ¿A dónde fue esa golosina? Tus dedos están pegajosos y todavía hay un rastro de sabor en tu lengua, por lo que debe haber desaparecido mientras no estabas mirando. Ni te has dado cuenta. La decepción y la insatisfacción se establecen. Así comienza la lucha por el acto simple, biológicamente natural y placentero de comer.

 

¿Cómo es que la comida se ha convertido en una fuente tan común de infelicidad? ¿Y por qué ha ocurrido en países con abundancia de alimentos? La razón fundamental de nuestro desequilibrio con la comida y la alimentación es que hemos olvidado cómo estar presentes mientras comemos. Comemos sin pensar. Pero está en nuestra mano cambiarlo.

 

¿Qué es Mindful Eating?

 

Primero vemos lo que es Mindfulness. Consiste en prestar atención deliberadamente, siendo plenamente consciente de lo que sucede tanto dentro como fuera de ti. La atención plena es conciencia sin crítica ni juicio.

 

La última frase es muy importante. Ahora que estás familiarizado con el término «atención plena» o «Mindfulness», ¿sabes que esto se puede aplicar a nuestros hábitos alimenticios?

 

En la alimentación consciente no nos estamos comparando con nadie más. No nos estamos juzgando a nosotros mismos ni a los demás. Simplemente estamos presenciando las muchas sensaciones y pensamientos que surgen mientras comemos.

 

La alimentación consciente utiliza el acto de la atención plena, o estar presente, para ayudar a superar los problemas alimentarios en nuestras vidas. El objetivo es cambiar el enfoque del pensamiento externo sobre la comida a explorar y disfrutar la experiencia de comer. No es una dieta y se centra en desarrollar una nueva mentalidad en torno a los alimentos.

 

Es prestar atención a una experiencia de alimentación con todos nuestros sentidos (ver, saborear, oír, oler, sentir) presenciando las respuestas emocionales y físicas que tienen lugar antes, durante y después de la experiencia de comer.

 

La alimentación consciente implica prestar toda la atención a la experiencia de comer y beber, tanto dentro como fuera del cuerpo. Prestamos atención a los colores, olores, texturas, sabores, temperaturas e incluso los sonidos. También prestamos atención a la experiencia del cuerpo. ¿En qué parte del cuerpo sentimos hambre? ¿Dónde sentimos satisfacción? ¿Qué se siente medio lleno o lleno del todo?

 

También prestamos atención a la mente. Mientras evitamos el juicio o la crítica, observamos cuando la mente se distrae, alejándonos de toda la atención a lo que comemos o bebemos. Observamos los impulsos que surgen después de tomar algunos sorbos o mordiscos: tomar un libro, encender la televisión, llamar a alguien a nuestro teléfono o hacer búsquedas en internet sobre algún tema interesante. Notamos el impulso y volvemos a comer.

 

Cambiando nuestros patrones poco a poco

 

Notamos cómo comer afecta a nuestro estado de ánimo y cómo nuestras emociones influyen en nuestra alimentación. Poco a poco (y con mucha constancia) recuperamos la sensación de facilidad y libertad con la comida que teníamos en la infancia. Es nuestro derecho de nacimiento natural.

 

Los viejos hábitos de comer y no prestar atención no son fáciles de cambiar. No intentes hacer cambios drásticos. El cambio duradero lleva tiempo y se basa en muchos pequeños cambios. Simplemente comenzamos.

 

Cuando prestas atención a cada bocado de comida que consumes, también puedes dejar de usar la comida para distraerte de las emociones incómodas. Los estudios demuestran que la alimentación consciente puede ayudar a reducir tanto la alimentación emocional como los atracones.

 

Estos pasos te ayudarán a practicar la alimentación consciente para que se convierta en un hábito automático.

 

¿Cuándo estás comiendo sin pensar?

Puedes estar comiendo sin pensar si:

– Comes constantemente hasta que estás demasiado lleno

– Te encuentras tragando comida sin saborearla realmente

–  No prestas atención a los alimentos que estás comiendo y con frecuencia comes rodeado de distracciones

–  Te apresuras a través de las comidas

– Tienes problemas para recordar el sabor, el olor y el aspecto de la comida que acabas de comer.

 

Cómo comer con atención

Un enfoque más consciente de la alimentación puede mejorar el disfrute de tus comidas, reducir la comida en exceso, ayudar a una buena digestión, reducir los pensamientos ansiosos que rodean la comida y mejorar tu relación psicológica con ella.

A continuación te voy a hablar de algunos consejos para ayudarte a practicar la alimentación consciente o Mindful Eating. Estos pasos te ayudarán a practicar la alimentación consciente para que se convierta en un hábito automático:

 

– Da prioridad a las comidas. Emplea al menos 15 minutos para sentarte y disfrutar de tu comida.

 

– Evita las distracciones mientras comes (a excepción de la compañía). Es imposible disfrutar verdaderamente comiendo mientras nuestra atención está en otra parte. Pregúntate con qué frecuencia comes mientras estás en el automóvil, mientras miras la televisión, o frente a tu ordenador. Comer en estas circunstancias generalmente no tiene sentido y puede llevar a comer en exceso, elegir opciones poco saludables o no disfrutar tu comida en absoluto. Toma nota de los momentos o circunstancias en las que comes rodeado de distracciones. Esto te hará más consciente de esas situaciones y te ayudará a evitarlas.

 

Evita ser apresurado alrededor de las comidas. Programa un horario para comer cuando tengas el tiempo adecuado y sea poco probable que se interrumpa.

 

Siempre siéntate a comer. Trata de evitar comer de pie o frente a la nevera.

 

– Sírvete tu comida en un plato. Trata de evitar comer alimentos directamente del recipiente en el que vienen

 

– Deja los cubiertos junto a tu plato entre bocados y haz un esfuerzo consciente para masticar bien la comida.

 

– Come solo hasta que estés 80% lleno (lo que significa que estarás satisfecho pero no demasiado lleno).

 

– Tómate el tiempo necesario para saborear realmente tu comida. Usa tus sentidos. Antes de comer, ten en cuenta el aspecto, el olor y el atractivo general de la comida que estás a punto de comer. Durante la comida, identifica los componentes de la comida que pruebas. ¿Cuál es el sabor? ¿Qué puedes oler? ¿Cómo se siente en tu boca?

 

– Pregúntate cómo te sientes acerca de la comida que estás comiendo. ¿Sientes felicidad, placer, arrepentimiento, culpa, estrés, desilusión? Pregúntate qué pensamientos te trae a la mente la comida. ¿Te trae algún recuerdo, miedo o creencia? Antes y después de la comida, pregúntate cómo sientes tu cuerpo.

 

– Prepárate tus propias comidas cuando sea posible. El acto de preparar alimentos (tocar, saborear y oler) puede mejorar su relación psicológica con los alimentos.

 

– Toma nota de la diferencia que los buenos alimentos hacen en su estado de ánimo y vitalidad general. La comida está ahí para nutrir tu cuerpo y facilitar el funcionamiento óptimo. Cuando comes mejor, te sientes mejor tanto física como psicológicamente.

Mindful Eating

Cómo ser consciente en el resto de tu vida

 

Para aprovechar al máximo la atención plena al comer, practica la atención plena durante otros aspectos de tu rutina diaria. Cuando intentas mantenerte centrado y presente durante todo el día, no solo a la hora de comer, comer conscientemente no parecerá un gran desafío.

 

También ayuda ser honesto acerca de tus emociones. Si estás comiendo para calmarte o distraerte, pregúntate: ¿Qué emoción es lo que no quiero sentir? Una vez que identifiques esa sensación incómoda, el siguiente paso es aceptarla.

 

Coloca ambos pies en el suelo, con las palmas abiertas y hacia arriba sobre las rodillas, los hombros hacia abajo y ablanda el vientre. Luego, observa cómo se siente en lugar de tratar de cambiarlo. Esta postura física relajada envía una fuerte señal al cerebro de que vas a surfear esta ola particular de emoción en lugar de luchar contra ella.

Pérdida de peso y Mindful Eating

 

Decidimos que el problema estaba en la comida, por lo que hemos utilizado tecnología química para eliminar las calorías, eliminar la grasa y sustituir los edulcorantes químicos y las grasas artificiales.

 

Luego decidimos que el problema eran nuestras células grasas, por lo que las liposuccionamos. Las células grasas solo están tratando de hacer su trabajo, que es almacenar energía para tiempos de escasez o hambre. Nuestras células grasas están ahí para ayudarnos a sobrevivir.

 

Luego decidimos que el problema era el sistema digestivo, por lo que redujimos el estómago o evitamos quirúrgicamente el intestino delgado. El sistema digestivo solo está tratando de hacer su trabajo, descomponiendo los alimentos, absorbiendo nutrientes y excretando lo que no es necesario. No hay duda de que la cirugía bariátrica puede ser una medida de emergencia para salvar vidas para algunas personas. Es muy costoso, tiene muchos efectos secundarios y no es una solución a largo plazo para la mayoría de las personas o para los niños con una alimentación desequilibrada.

 

El problema no está en los alimentos, las células grasas o el estómago y los intestinos. El problema radica en la mente. Se encuentra en nuestra falta de conciencia de los mensajes que llegan de nuestro cuerpo, de nuestras células y de nuestro corazón. La alimentación consciente nos ayuda a aprender a escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice sobre el hambre y la satisfacción. Nos ayuda a darnos cuenta de quién en el complejo cuerpo / corazón / mente tiene hambre, y cómo y qué es lo mejor para nutrirlo.

 

¿Para qué dolencias digestivas está indicado el Mindful Eating?

Prácticamente para cualquier patología digestiva. Puedes practicar Mindful Eating si tienes gastritis, colitis ulcerosa, flora bacteriana aumentada, enfermedad de Chron, o simplemente malas digestiones. Hay muchos estudios que señalan los beneficios del Mindful Eating en numerosas patologías de origen intestinal. Y si no tienes ninguna patología digestiva, también. Va a ayudarte a mejorar tu relación con la comida y tu bienestar general. Vas a volver a disfrutar la comida. Y este es uno de los grandes placeres de la vida.

 

Hasta aquí el artículo de hoy acerca de esta tendencia de moda tan saludable. Espero que te haya resultado divertido y didáctico. Y sobre todo aplicable en tu día a día.

 

Un saludo,

 

Verdisa

“El proyecto Verdisa se centra en el desarrollo personal enfocado en que cada persona use sus propias herramientas guiado por los mejores profesionales. Se basa en el movimiento #MATIM, en el que cada individuo elige el aspecto de su vida a mejorar y lo comparte con toda la comunidad de desarrollo personal.
Verdisa es un simpático dibujo animado que representa la brújula que ayuda a todas esas personas con ganas de mejorar. Ella los guía con la participación de sus colaboradores a ser mejores cada día.
Te esperamos en Verdisa.com, tu sitio de mejora constante”.  

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