Este es un post de invitado escrito por Alejandro Vera, psicólogo y nutricionista, creador de Grulla Psicología y Nutrición. Puedes visitar su web y blog aquí.

Si estás leyendo esto es posible que quieras aprender a tener una relación diferente con la alimentación, en concreto, con los productos azucarados.

En este artículo vamos entender porqué el hambre emocional se traduce en que nuestro cuerpo nos pida azúcar.

¿Por qué nos gusta tanto el azúcar?

Ya le podría darle a nuestro cuerpo por pedirnos acelgas, ¿verdad? Sin embargo, esta pasión desproporcionada por el azúcar que tiene nuestro organismo no es casualidad.

En la antigüedad, como imagino ya sabrás, comer no era algo que estuviese garantizado. Nuestros antepasados comían cuando podían, no cuando querían (a diferenciad de ahora). A pesar de que han pasado miles de años desde entonces, desde un punto de vista evolutivo, esto no es tanto tiempo.

Nuestro cerebro sigue rigiéndose por aquellas normas antiguas de supervivencia. Año atrás, encontrarse con un panal de miel era poco menos que un bote salva vidas. El azúcar es una de nuestras fuentes principales de energía, tanto inmediata como a nivel de reservorio de grasas.

Foto: Unsplash

Cómo te decía anteriormente, nuestros antepasados no sabían cuándo iban a poder comer. De manera qué, cuando se topaban con algún alimento de este tipo, trataban de sacarle el máximo provecho posible a fin de prepararse para los momentos de vacas flacas.

Esta es la razón por la que nuestro cuerpo no experimenta apenas saciedad frente al azúcar. Seguro que te ha pasado en más de una ocasión, tener chocolate o helado en casa, tratar de comer sólo un poquito y no poder parar… ¿verdad?

No te preocupes si te ha pasado, no estas enfermo o enferma. Esto ocurre por la razón que te acabo de contar. Otros tipos de alimentos, según los vamos consumiendo va aumentando nuestra sensación de saciedad y nuestro deseo por ellos.

Sin embargo, en el caso de los productos con azúcar el problema es que cuanto más tomamos, más queremos. La saciedad tarda mucho en llegar.

¿Tan malo es el azúcar?

Durante los últimos años se ha tratado de demonizar al azúcar, sin embargo, este no es malo en sí mismo. El azúcar es un nutriente como otro mismo.

El problema con este, es que genera una gran sensación de placer y las industrias alimentarias lo saben muy bien. Desde los años 80 en adelante, ha existido poco control sobre los productos que se comercializan.

Bajo mi punto de vista, una sociedad que pretende promover la salud, no debería permitir que cualquier supermercado ofrezca tal cantidad de productos insalubres.

¿Existe la adicción al azúcar?

Siempre ha existido un debate respecto a si existe la adicción al azúcar o no. Tal y como yo entiendo la adicción, sí que existe.

Realmente, una adicción puede ser a cualquier cosa que genere placer y nos evada de la realidad. Esto es precisamente lo que logramos cuando, por ejemplo, tras un mal día en el trabajo, corremos a la pastelería más cercana a comprar una palmera chocolate.

La liberación de endorfinas es tal, que nuestra mente descansa en paz. Siempre y cuando, no acuda la culpa al rescate.

¿Es buena idea sustituir el azúcar por edulcorantes?

Lo que muchas personas están haciendo para acabar con su “adicción al azúcar” es utilizar edulcorantes. Sobre todo, aquellas personas que se encuentran inmersas en algún proceso de adelgazamiento.

Sin embargo, aunque es cierto que los edulcorantes como la Stevia son acalóricos, tampoco es recomendable utilizaros de forma asidua. La razón es que estos elevan nuestros umbrales de dulzor al máximo.

Es decir, si abusamos de ellos (como por ejemplo la cola zero), nuestro cuerpo nos irá progresivamente pidiendo más dulce y nos costará experimentar la misma sensación de placer con cantidades que antes sí que la sentíamos (igual que una adicción).

Las 6 estrategias para cambiar la relación con el azúcar

Estas estrategias son consejos sencillos, pero qué aplicándolos, podemos ir poco a poco cambiando nuestra relación con el azúcar.

  • No dejes de tomar productos con azúcar de golpe. No se trata de eliminar su consumo por completo, si no de aprender a regularlo.
  • Si tomas café y sueles echarle azúcar, ve reduciendo progresivamente la cantidad que le echas: puedes bajar a medio sobre, disminuir a la mitad los terrones, étc.
  • Encuentra alternativas alimentarias más saludables con las que disfrutar cuando quieras darte un premio.
  • Opta por alimentos que tengan un azúcar natural, como el caso de la fruta, en vez de alimentos con concentraciones altísimas de azúcar o que lleven azúcar industrial.
  • Vigila los alimentos aparentemente sanos que tomas: La miel por ejemplo es un alimento que en esencia es 80% azúcar. Realmente, no es un alimento saludable.
  • Si la razón por la que estás comiendo sin control tiene que ver con algún problema emocional, quizás habría que comenzar por aquí y solicitar los servicios de un psicólogo y/o nutricionista.

Este es un post de invitado escrito por Alejandro Vera, psicólogo y nutricionista, creador de Grulla Psicología y Nutrición. Puedes visitar su web y blog aquí.

Diego De Castro

Diego De Castro

Dietista Nutricionista y Coach de Nutrición

Soy experto en alimentación saludable y me dedico a ayudar a personas motivadas a generar nuevos hábitos que les permitan mejorar su calidad de vida y su salud.

Mis 10 años de experiencia en consulta y mi formación en coaching nutricional me han ayudado a implementar técnicas cada vez más eficaces.

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